Los padres nativos del signo de Tauro aman a sus hijos, y tú no ibas a ser una excepción. No te presionará en ningún momento para que las cosas te salgan bien, pero cuando obtengas un éxito destacable, se mostrará sumamente orgulloso. Tampoco le importará que tardes mucho en desarrollar tu verdadera personalidad, pero para que logres conseguirlo, te ofrecerá todo el amor que es capaz de dar, la seguridad necesaria y un hogar estable y lleno de felicidad. Los dos podréis compartir soleadas tardes de paseos por el campo, jornadas maratonianas plantando flores en el jardín y múltiples excursiones, eso sí, organizadas. Te encantará el ambiente de confort, paz y protección que tu madre taurina ha creado en casa. Además, te muestras muy receptivo a la hora de seguir sus instrucciones cuando te enseña buenos modales, honestidad, amabilidad y sensatez. Cuando entre vosotros se produzca una pelea puede resultar algo terrible porque ninguno de los dos retrocederá para perder las posiciones que ya ha ganado.