Seguro que admiras enormemente a tu padre por su vitalidad, su olfato negociador, su espíritu aventurero y su triunfo en la vida, pero no te importaría que de vez en cuando echara un poco el freno y se quedara un ratito en casa para poder disfrutar de su maravillosa compañía. Tu puedes llegar a ser un poco posesivo y querer a tu padre solo para ti, pero aunque él te quiera con locura, no permitirá sentirse atado a nada ni a nadie. Pero hazle entender a tu padre que necesitas que pase tiempo contigo para que tu puedas llegar a ser una persona segura de ti misma. Mientras tu madre arregla la casa a toda prisa por que después se tiene que ir a trabajar, y más tarde a pasar una jornada maratoniana en el gimnasio, tu estarás sumido en un mar de sentimientos del que saldrás de forma súbita cuando tu progenitora te conmine a que te muevas un poco y salgas de ese estado de ensoñación. Tu te esfuerzas por complacer a tu madre y cumplir todas sus expectativas, pero no soportarás que se enfaden contigo si al final todo se ha torcido y no has podido llevar a cabo lo que esperabas.